La condena a Von Wernich es una victoria colectiva, de todos. Es la prueba de que la lucha de un pueblo y de sus organizaciones hace posible que se pueda cambiar la historia.
En la década del 90 vivimos rodeados de frustraciones, pensamos que habíamos perdido la política como herramienta de cambio. Más de una vez me dijeron “para que ir a una marcha si no pasa nada”. Sin embargo, ayer fue la prueba de que con tenacidad el pueblo es el protagonista de la historia.
El cambio fue posible, en parte por la voluntad política de un gobierno y por jueces comprometidos. Pero esas voluntades no hubieran existido sin la tenacidad de más de 30 años de lucha de los organismos de derechos humanos, junto a organizaciones sociales y ciudadanos comprometidos.
Debemos festejar, estar felices y tomar esta victoria como un ejemplo.
Sin embargo, no debemos olvidar que todavía estos nefastos sectores de derecha mantienen oscuros espacios de poder. Ya pasó más de un año, y Julio no aparece.
Por eso, no debemos descansar y hoy más que nunca sigamos levantando las banderas.
APARICIÓN CON VIDA DE JULIO LÓPEZ
Roberto Samar
Agrupación Tu Espacio en el Sur
domingo, 21 de octubre de 2007
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